Una fantasía romántica LGBTQ sobre cómo aprender a liberarnos de las mentiras que otras personas nos cuentan… y de las que nos contamos a nosotros mismos.
En la ciudad en la que habita Nirrim abunda el crimen, gobierna un tribunal severo y los placeres de la sociedad están reservados a la Casta Alta. La vida en el Distrito es sombría y estricta. Las personas de bajo estatus como ella tienen prohibido probar dulces o usar colores. Es sencillo: o sigues las reglas, o pagas un diezmo y sufres las consecuencias.
Nirrim mantiene la cabeza gacha y guarda un peligroso secreto en su interior.
Pero luego conoce a Sid, un peculiar viajero procedente de tierras lejanas, que esparce rumores de que las personas de Casta Alta poseen magia. Sid tienta a Nirrim para que busque esa magia para sí misma. Pero para hacerlo, Nirrim deberá renunciar a su antigua vida y depositar su confianza en este astuto extraño que, por encima de todo, no parece del todo fiable.
Debo decir que una vez que leí este libro y me metí en él, quedé enganchado. Amaba a Sid porque era una de mis favoritas, y la tensión entre esos dos me tenía al borde de mi asiento. ¡Recomiendo mucho el libro!