Abordar la sexualidad como experiencia históricamente singular requiere desentrañar los saberes que a ella se refieren, bucear en los sistemas de poder que regulan su práctica y, sobre todo, comprender las formas según las cuales los individuos se conciben y se declaran como sujetos de esa sexualidad. La historia de la sexualidad, el proyecto más ambicioso en la obra de Michel Foucault -del que sólo alcanzó a publicar los primeros tres volúmenes-, es una deslumbrante e iconoclasta exploración de los juegos de verdad mediante los cuales el ser humano se ha reconocido como hombre de deseo. Su segundo volumen, El uso de los placeres, está consagrado a la forma en que la actividad sexual fue problematizada por los filósofos y los médicos en la cultura clásica del siglo IV a.C. ¿Por qué el comportamiento sexual, las actividades y placeres que de él dependen, son objeto de una preocupación moral? Al plantearle esta cuestión a la cultura griega y grecolatina, surgió ante mí que esta problematización estaba ligada a un conjunto de prácticas que tuvieron una importancia considerable en nuestras sociedades: es lo que podríamos llamar «las artes de la existencia». Partiré de la noción entonces común del uso de los placeres, y estudiaré el modo en que el pensamiento médico y filosófico formuló algunos temas de austeridad que se volverán recurrentes en cuatro grandes ejes de la experiencia: la relación con el cuerpo, la relación con la esposa, la relación con los varones jóvenes y la relación con la verdad. Michel Foucault.
Me encanto toda la serie, es una historia de amor que te atrapa desde el primer libro, no podía dejar de leerlos, apenas termine el primero inmediatamente compré el segundo y así me paso con los cuatro.